Este año tenía pensado leer mucho…
La verdad es que me encanta leer, y aunque hay veces que le dedico menos tiempo del que me gustaría, nunca lo dejo de lado. Sin embargo, en ocasiones me ha tocado tragarme auténticos tostones de libros, libros que me habían dejado o que había escogido y que leía con el mínimo interés con el único ánimo de terminarlos.
Algunos quizás os preguntéis que por que no los dejaba y empezaba otro. Pues bien, la respuesta es que tengo algunas normas autoinculcadas y una de ellas era “no dejar un libro a mitad”, no sé que día me la autoimpuse, me parecía tan mal dejar un libro… pero bueno, dado que son mis normas y no soy una persona excesivamente estricta lamento comentarle al señor Baltasar Porcel, escritor de “El emperador o El ojo del ciclón” (si es que algún día me lee) que tiene el dudoso honor de haberme hecho dejar mi primer libro. Siento decirle que lo he intentado con ganas y que lo único que mantenía mínimamente mi atención eran los pasajes eróticos que en más de una ocasión consiguieron excitarme mientras viajaba rodeado de gente en un autobús… La verdad es que decidí abandonar el libro el lunes por la noche, momento en el que cogí otro libro “Maldito Karma” de David Safier, y que ayer martes por la noche ya me había terminado. Se acabó leer libros infumables durante interminables horas, a partir de este momento, cualquier libro que no capte mínimamente mi atención desde el principio pasaré a sumarlo a una lista que nunca me hubiese gustado tener, pero al fin y al cabo hay tanto por leer que no merece la pena malgastar el tiempo.